domingo, 20 de abril de 2014
Caos
La
lluvia resbalaba por la ventanilla trasera del coche, evidentemente caía de
igual forma por todas las ventanas, pero yo iba sentada en la parte trasera del
coche y las gotas de agua de se desplomaban contra el suelo, como anteriormente lo habían
hecho mis lagrimas sobre la almohada de mi habitación. Me había pasado toda la
mañana y parte de la encapotada tarde llorando en silencio, sola, en mi
habitación, sin consuelo. Tampoco es que necesitase un hombro en el que
apoyarme “no era coja, no necesitaba muletas” yo sola me bastaba, solía ponerme
mis cascos blancos que me insonorizaban del mundo exterior y con la música a
todo volumen desconectaba de todos los problemas pero los problemas, claro,
seguían ahí cuando regresabas a la realidad. El paisaje a través de la
ventanilla del coche se veía borroso a causa de la insistente lluvia, al pasar
los árboles se convertían en manchas verdes. No me había vuelto a quitar los
cascos desde esta mañana una fina lagrima descendió por mi rostro y fue a parar
a mis manos, nadie pudo ver esa lagrima porque el pelo me tapaba parte de la
cara .Me quedé un rato mirando el diminuto charco de agua que había formado en
mi mano y como poco a poco se iba evaporando, volví a la realidad mostrando una
alegre sonrisa
viernes, 4 de abril de 2014
Decepciones
Las decepciones duelen, parece un epíteto, está claro que las
decepciones duelen. Decepciones, desengaños, desilusiones, fracasos y frustraciones
son palabras tristes, las glorias perdidas de los guerreros más ilustres. La
decepción siempre llega en el momento más oportuno, ese momento en el que estás
tan eufórico e ilusionado que sientes que el mundo de derrumba y caen cristales
al suelo que hacen un ruido ensordecedor al igual que en las películas. Duele.
Sientes un gran peso en el corazón, se te hunden los hombros y los ojos de
brillan de desesperación. Pero tu levantas la cabeza, sonríes y con tu sonrisa
la más inocente posible, la más digna de tu rostro miente, por dentro lloras así
que cuando te giras dejas caer dos lágrimas que te secas rápidamente pero dejan
un rastro salado en tu memoria que no se borra, no te preocupes con el tiempo
lo irás olvidando.
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